Soy como quiero ser, hago lo que deseo hacer, sueño con lo que deseo soñar y logro lo que desee lograr. Esa es mi forma de ser, cada quien tiene en su vida lo que desea, cosas buenas y malas, hay veces que decidimos sufrir, reír, llorar, gritar… por lo que es hora de querer lo bueno y desear lo mejor. Ósea, basta de quejarse, basta de echarle la culpa al tercerceros.
Es hora de vivir la buena vida, es lo más difícil, pero hay que intentarlo.
1 comentarios:
Estoy preso dentro de mi, no puedo salir, a veces quisiera terminar con todo esto, pero una pequeña parte de mi me detiene; quizás, sea yo mismo dentro de mi mismo exigiendo su liberación inmediata al darse cuenta del misero propósito de mis actos, suspiro, enciendo un cigarrillo y vuelvo a suspirar, el simple recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue me carcome, una caída infinita dentro de una espiral insignificante, que al final es solo un reflejo de mi vida tan repetitiva y circular como esta, busco justificaciones donde no las hay, para así quedar libre de culpa, pero se perfectamente que esto es consecuencia de mis burdos pasos. Siempre es lo mismo contigo maldita fantasía, creando castillos flotantes, que al final se desvanecen como vapor en el aire, y después... después nada.
La vida sigue, y yo; sigo arrastrado por ella, pensando en la compañía incierta del ayer y la soledad del mañana, pudiendo acariciar el muro que se levanto entre nosotros, y ahora... estas tan lejos que no me dejas dormir.
El solo imaginarme como pudo haber sido, el solo recordarte, me hace feliz por unos instantes, pero al final el estrépito grito de la realidad inunda mi cabeza, y de nuevo la soledad se apodera de todo el ambiente, amanece, anochece, amanece y vuelve anochecer y todo sigue igual, como la vida aburrida de los peces de ciudad, presos ellos también en una caja de cristal.
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